Paisaje 10
Se paren las crías es cierto y cómo se paren, al final todas sabemos
que es la unión del cielo y la tierra, del infierno y el paraíso, del
arriba y el abajo, del amor y el despropósito , del verde y el rojo y
el amarillo, del dolor y el placer, o sea que se paren en una nitidez
que encandila para siempre y nada se olvida, te quedan retazos
que se arman según el día, nada hay sagrado en esto porque
después cualquiera de tus crías son unas desconocidas a las que
debes otear para reconocerlas, igual siempre llegas a ellas pero
en ti misma, no en ellas. Lo curioso es que siempre te miran como
sabiendo que están en ti porque las pariste, quizás sea porque
creen que encontraran un paisaje que definitivamente no existe,
para nacer dicen ellas y aunque se supone que ahí debemos morir
no ocurre nada tan portentoso, el parto ya se hizo y aunque parezca
grosero siempre tiene algo de accidente premeditado y por eso la
obsesión de la estirpe.